Autónomo. Tiene hábitos de trabajo intelectual, reflexión y estudio mediante la adecuada gestión del tiempo, el esfuerzo y la autodisciplina. Está capacitado para ser una persona organizada y dinámica que afianza su propio aprendizaje y lo utiliza de forma responsable. 

Emprendedor. Hace frente a los problemas comunes de forma original, entusiasta y resiliente, mostrando iniciativa, capacidad de adaptación, trabajo en equipo y de colaboración. 

Comunicativo. Identifica, interpreta y expresa el contenido esencial de mensajes orales y escritos en lengua materna y extranjera que le permiten acceder al máximo de información, resolver situaciones comunicativas cotidianas y conocer culturas diferentes.

Culto. Se entusiasma por el conocimiento intelectual y demuestra buenos modales y urbanidad en sus relaciones interpersonales.

Tecnológico. Utiliza las nuevas herramientas digitales de la información y la comunicación de forma crítica y ética con la finalidad de adquirir, generar y transmitir nuevos conocimientos desde el contexto en el que vive. 

Seguro de sí. Tiene un conocimiento objetivo de sí mismo y es consciente de sus capacidades y sus limitaciones, mediante la reflexión , el razonamiento y la interacción con los demás. Desarrolla una sana autoestima y se acepta y valora positivamente, sin ostentaciones ni pretensiones que superan su capacidad. 

Incluyente. Promueve los principios de igualdad, respeto, inclusión y justicia, aceptando la diferencia como elemento enriquecedor, mediante la comunicación asertiva, el ejercicio de la empatía y la superación de prejuicios y estereotipos. 

Saludable. Practica hábitos saludables mediante la valoración de la actividad física, el deporte, la higiene y alimentación sana.

Ecoamigable. Es capaz de mejorar su calidad de vida, vivir de forma equilibrada, reconocer, proteger y apropiarse del medio natural, el consumo responsable y disfrutar del contacto con la naturaleza.